martes, 25 de agosto de 2015

Unitat Popular o coalició de partits?



Miquel Garcia

Tant les últimes declaracions de Pablo Iglesias (1) com les de Alberto Garzón (2) apunten a la conformació de llistes unitàries a diversos indrets de l'Estat de les que formarien part Podemos, IU i altres forces d'àmbit autonòmic (com Compromís al País Valencià).

El moviment del Consell de Coordinació de Podemos (la direcció efectiva del partit, dirigida per les batutes de Pablo Iglesias i Iñigo Errejón) s'explica en bona mesura per l'afebliment progressiu de les expectatives electorals de la formació podemita, que continua perdent espai potencial dia a dia.

Davant la possibilitat, gens menyspreable, que IU aconseguira rendibilitzar el seu afebliment, siga de manera directa o indirecta mitjançant marques com “Ahora en Común”, la cúpula de Podemos prefereix ara involucrar a IU en pactes electorals amb la doble intenció de guanyar vots i, si és possible, fagocitar una IU molt debilitada per l'ascens de Podemos.

Una figura tant representativa com Alberto Garzón ha saludat l'oferiment de Pablo Iglesias i dels seus com si d'una taula de salvació es tractara. Diu el diputat d'IU al seu facebook: Si finalmente se consigue que los procesos de unidad popular, en los que participamos las gentes de IU y de otras formaciones a lo largo de todo el Estado, se encuentren con las gentes de Podemos, estaremos ante la posibilidad real de cambio en este país.”

Quan Alberto Garzón parla de “processos d'unitat popular”, suposem que es refereix a iniciatives com “Ahora en Común” (3) o les Marees gallegues (4). Tanmateix, la cúpula de Podemos està pensant, al fer les seues declaracions, en acords electorals entre direccions, en coalicions electorals a l'antic ús.


És això la Unitat Popular?

Aquestes coalicions poden, efectivament, tenir una rendibilitat electoral immediata i aconseguir més vots que els que aconseguirien les diferents forces per separat. Fins i tot les coalicions gaudirien d'un ample suport de la ciutadania d'esquerres i colpejada per la crisi que, ara mateix, s'orienta només a la victòria electoral, sense entrar encara en altres tipus de consideracions.

Però, realment, un acord electoral de tipus cupular NO és una Unitat Popular tal com es concep entre l'activisme social i polític, ja que li manca una part importantíssima de la seua essència: l'empoderament popular, la participació des de baix, la supeditació de llistes i programes al manament popular directe.
Els acords cupulars partidaris poden permetre la participació de les bases de manera limitada, mitjançant la petició de confirmació d'aquestes als acords prèviament establerts (i això sempre en funció dels límits democràtics de cada formació) però això representa una diferència substancial respecte de l'empoderament directe i del poder assembleari.

L'empoderament ciutadà està dotat d'una gran UTILITAT política en diferents direccions. Una d'elles és la de poder ser capaç de canviar les decisions polítiques de les direccions o de revocar-les quan aquestes actuen en contra dels programes o estratègies prèviament acordats. Aquesta és una capacitat que dona molta por a les cúpules desitjoses de control absolut, malgrat proclamar-se de manera continuada tribuns del poble.

Hauria d'exigir-se tant a Podemos com a IU i a altre forces implicades als acords- com Compromís a casa nostra -que no es limiten a dur endavant un acord de cúpules sinó que l'òbriguen a la ciutadania permetent el seu empoderament.


¿Unidad Popular o coalición de partidos?

 Miquel Garcia

Tanto las últimas declaraciones de Pablo Iglesias (1) como las de Alberto Garzón (2) apuntan a la conformación de listas unitarias en varios lugares del Estado de las que formarían parte Podemos, IU y otras fuerzas de ámbito autonómico (como Compromís en el País Valencià).

El movimiento del Consejo de Coordinación de Podemos (la dirección efectiva del partido, dirigida por las batutas de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón) se explica en buena medida por el debilitamiento progresivo de las expectativas electorales de la formación podemita, que continúa perdiendo espacio potencial día a día.

Ante la posibilidad, nada despreciable, de que IU consiguiera rentabilizar su debilitamiento, sea de manera directa o indirecta mediante marcas como “Ahora en Común”, la cúpula de Podemos prefiere ahora involucrar a IU en pactos electorales con la doble intención de ganar votos y, si es posible, fagocitar una IU muy tocada por el ascenso de Podemos.

Una figura tan representativa como Alberto Garzón ha saludado el ofrecimiento de Pablo Iglesias y de sus cómo si de una tabla de salvación se tratara. Dice el diputado de IU a su facebook: “Si finalmente se consigue que los procesos de unidad popular, en los que participamos las gentes de IU y de otras formaciones a lo largo de todo el Estado, se encuentren cono las gentes de Podemos, estaremos ante la posibilidad real de cambio en este país.”

Cuando Alberto Garzón habla de “procesos de unidad popular”, suponemos que se refiere a iniciativas como “Ahora en Común” (3) o las Mareas gallegas (4). Aun así, la cúpula de Podemos está pensando, al hacer sus declaraciones, en acuerdos electorales entre direcciones, en coaliciones electorales al antiguo uso.

¿Es esto la Unidad Popular?

Estas coaliciones pueden, efectivamente, tener una rentabilidad electoral inmediata y conseguir más votos que los que conseguirían las diferentes fuerzas por separado. Incluso las coaliciones disfrutarían de un amplio apoyo de la ciudadanía de izquierdas y golpeada por la crisis que, ahora mismo, se orienta sólo a la victoria electoral, sin entrar todavía en otros tipos de consideraciones.

Pero, realmente, un acuerdo electoral de tipo cupular NO es una Unidad Popular tal como se concibe entre el activismo social y político, puesto que carece de una parte importantísima de su esencia: el empoderamiento popular, la participación desde bajo, la supeditación de listas y programas al mandato popular directo.

Los acuerdos cupulares partidarios pueden permitir la participación de las bases de manera limitada, mediante la petición de confirmación de éstas a los acuerdos previamente establecidos (y esto siempre en función de los límites democráticos de cada formación) pero esto representa una diferencia sustancial respecto de la empoderamiento directo y del poder asambleario.

El empoderamiento ciudadano está dotado de una gran UTILIDAD política en diferentes direcciones. Una de ellas es la de poder ser capaz de cambiar las decisiones políticas de las direcciones o de revocarlas cuando estas actúan en contra de los programas o estrategias previamente acordados. Ésta es una capacidad que da mucho miedo a las cúpulas deseosas de control absoluto, a pesar de proclamarse de manera continuada tribunos del pueblo.

Tendría que exigirse tanto a Podemos como IU y a otro fuerzas implicadas a los acuerdos- como Compromís en el País Valencià -que no se limitan a llevar adelante un acuerdo de cúpulas sino que lo abran a la ciudadanía permitiendo su empoderamiento.




Notas
  1. Roda de premsa Consell Coordinació Podemos:
    https://youtu.be/sFUELfS5SxY ||
    Pablo Iglesias abre la puerta a pactos locales con Izquierda Unida: http://www.diariosur.es/nacional/201508/24/pablo-iglesias-abre-puerta-20150824143142-rc.html

  2. Alberto Garzón Espinosa, “Una candidatura unitaria más cerca”:
    https://www.facebook.com/alberto.garzon.espinosa/posts/921571451268961?fref=nf&pnref=story
  3. Ahora en Común:
    http://ahoraencomun.org
  4. Las mareas gallegas apuestan por una candidatura popular donde Podemos sea uno más:
    http://sabemosdigital.com/hoy/2756-las-mareas-gallegas-apuestan-por-una-candidatura-popular-donde-podemos-sea-uno-mas



0 comentarios:

Publicar un comentario