lunes, 28 de septiembre de 2015

27S: un terremoto que no se quedará ahí




Josep Maria Antentas
 
El 27S confirma el terremoto a cámara lenta que ha sacudido la sociedad catalana en los últimos cuatro años, zarandeada por las políticas de austeridad y la explosión del 15M primero, y por el movimiento independentista después. El sistema de partidos tradicional estalló. Y de las urnas sale una hoja de ruta que muestra que lo que está por venir será igual o más profundo que lo acontenció.
Junts pel sí, refundación de Convergencia y aspiraciones unitarias

Junts pel Sí consigue un buen resultado, 1.616.962 votos (39’6%) y 62 diputados (aunque por debajo de la suma de CiU y ERC en 2012: 1.614.383, 44’4% y 72 diputados), suficiente para asentarse como la fuerza dominante clara del panorama político catalán. En términos porcentuales su resultado es ligeramente superior del obtenido por Mas en 2010 (38’47%) e inferior a los obtenidos por Convergencia i Unió en 1984 (46’8%), 1988 (45’7%), 1992 (46’1%), 1995 (40’95%), aunque en términos de votos es el más alto jamás obtenido por una fuerza ganadora (1.346.729 en 1984, 1.232.514 en 1988, 1.221.233 en 1992, o 1.198.010 en 2010).

Junts es una alianza desigual entre Convergencia y ERC, bajo el liderazgo de la primera, avalada por las organizaciones sociales impulsoras del proceso independentista, ANC y Omnium. Su creación marcó la culminación de los esfuerzos de Mas para forzar una lista “unitaria” con ERC, y asegurándose su continuidad en la presidencia de la Generalitat. Es el resultado directo del desasosiego del independentismo tras las tribulaciones posteriores el 9N y, sobretodo, del fantasma de una posible victoria de una eventual Catalunya en Común en la estela de Barcelona en comú, cuyo triunfo rasgó todo el relato oficial de la política catalana.
En el seno de Junts coexisten dos proyectos en tensión. De un lado, la pretensión de la derecha catalanista de refundar su espacio político cabalgando sobre el proceso independendista, una vez agotado históricamente el instrumento Convergencia, construyendo un nuevo partido “nacional” transversal que se convierta en el pivote central de la política catalana. Del otro lado, la voluntad de ERC, ANC y Omnium de articular una lista unitaria que garantizara una mayoría independentista para proseguir el proceso de ruptura con el Estado. Son dos objetivos estratégicos distintos, pero no contrapuestos, de los cuales el primero actúa como vampirizador del segundo.

Aunque Junts pel Sí sea la herramienta que garantiza la continuidad de Mas al frente de la Generalitat y del proceso independentista (sin controlarlo enteramente, más bien a modo de un surfero sin el cual cae la tabla pero que no controla las olas que la impulsan), expresa a la vez las sinceras aspiraciones unitarias de mucha gente que buscaba una traslación unitaria político-electoral del clamor expresado en las cuatro grandes movilizaciones del 11 de Septiembre desde 2012 en adelante. Junts pel Sí recoge el impulso del movimiento ciudadano por la independencia y ofrece una hoja de ruta que aparece verosímil para el grueso de la base social mayoritaria del independentismo. Existe, sin embargo, una lacerante contradicción entre las esperanzas de la base popular y ciudadana de Junts pel Sí y la supeditación de su proyecto estratégico a una agenda neoliberal estricta. Ahí hay una brecha donde clavar la punta del cincel para sacar a la luz las inconsistencias de su planteamiento.

Los bailes del PSC

El 27S confirma la pérdida de centralidad del PSC, cuyo declive histórico es una tendencia de fondo fruto de su falta de credibilidad tanto en el terreno nacional como en el social, tras las dos legislaturas de gobierno Tripartit en Catalunya (2003-2010) y los dos gobiernos Zapatero (2004-2011). Sin embargo, consiguió estabilizar su caída y remontar hacia arriba tras estar al borde de una “pasokización” irreversible, de caer estrepitosamente a la lona noqueado por el 15M y el proceso independentista, bajo el “liderazgo” inconsistente de Pere Navarro (noviembre 2011-junio 2014). Pero sus 520.000 votos (12’7%) y 16 escaños, aún siendo los peores de su historia e inferiores a los de 2012 (523.333 votos, 14’6%, y 20 diputados), muestran que parece haber tocado suelo y que conserva resortes sobre los cuales intentar levantarse e ir hacia arriba. Su resultado es un éxito visto las perspectivas iniciales y da aires al PSOE de cara las inminentes generales. Lo más importante para Iceta: haber ganado a Catalunya sí que es Pot. Un elemento decisivo para garantizarse un rol visible en la próxima legislatura. Otra vez, como en todas las comunidades autónomas el pasado 24 de Mayo, Podemos queda por detrás del PSOE. Un torpedo directo a su hipótesis de victoria electoral rápida frente a las cenizas de los partidos del régimen.

Sin duda, el PSC ha sabido aprovecharse de la pérdida de empuje de Podemos a escala estatal desde enero de este año y de la incapacidad de Podem para contrarestar en clave catalana dicha situación y para cabalgar sobre la victoria de Barcelona en Comú el 24 de mayo, así como de las habilidades del candidato Iceta para conseguir, combinando bailes (¿populistas?) y buenos recursos oratorios, meterse inesperádamente en la campaña. De aparatero gris a simpático John Travolta, Iceta se ganó durante la campaña el lugar bajo el sol que otros no pudieron tener, vendiendo una fiebre del sábado noche suficientemente animada para transmitir ilusión a los suyos y suficientemente calmada para atraer a una parte del electorado no polarizado por el debate independentista.

El fiasco de Catalunya sí que es Pot

Sin margen para la discusión, Catalunya sí que es Pot (CSQP) ha sido la gran damnificada de éstas elecciones. Entre las expectativas iniciales de reeditar un éxito similar al de Barcelona en Comú y los resultados obtenidos, 364.823 votos (8’9%) y 11 diputados, el contraste es sangrante. Y, simbólicamente, su debacle ante un PSC hundido hace unos meses es decisiva. La permanente reducción de horizontes que ha supuesto su campaña tiene pocos precedentes. Si el mapa dibujado tras las elecciones municipales podía hacer imaginable convertir el 27S en Pesadilla en Mas Street al final nos hemos encontrado en un “sí se puede” Desaparecido en Combate (¿se acuerdan de Chuck Norris en su papel de Rambo de serie B?). Muchas son las razones de este completo descalabro y ellas se entrecruzan no siempre de forma coherente:
Primero, CSQP fue víctima de su propio fantasma y la amenaza de que se acabara constituyendo una candidatura en la estela de Barcelona en Comú precipitó la conformación de Junts pel Sí. Ello modificó completamente el panorama político, haciendo impensable la idea de una posible victoria del “sí se puede”, que perdió automáticamente la capacidad de convertirse en un imán”’atrapalotodo” donde se concentraran las expectativas de cambio social ante la Catalunya de Mas. Se generó un efecto desmovilizador en cadena, y una fuga centrífuga de votos potenciales hacia Ciutadans y PSC por un lado, y la CUP y Junts pel sí por el otro. De “núcleo irradiador” (utilizando uno de los términos manejados por Iñigo Errejón) de un proyecto hegemónico, pasó a ser un colador agujereado desgarrado por dinámicas opuestas en diagonal. Y perdió un pulso decisivo con el PSC.

Segundo, CSQP se configuró como un acuerdo por arriba entre partidos (uno nuevo pero en fase declinante y sin una estructura consolidada, Podem; otro antiguo, ICV, con una fuerte estructura y aparato, pero ya apenas sin peso electoral), con la letal fotografía entre Pablo Iglesias y Joan Herrera como evento fundacional, sin generar ningún tipo de dinámica popular-ciudadana. Justo el reverso de lo que había sido Barcelona en Comú (lo que no quita reconocer que su campaña ha movilizado a un sector importante de la sociedad, como lo refleja el éxito numérico de muchos de sus actos). El descuelgue del Procés Constituent y la no implicación de Barcelona en Comú representaron la puntilla para el proyecto en ciernes. Por supuesto, las limitaciones de ambos actores (la poca cohesión interna en el caso del Procés, y el cansancio tras la resaca de las municipales y de la asunción del gobierno municipal en el caso de Barcelona en Comú) pueden explicar parcialmente su ausencia en el intento de configurar una candidatura del “sí se puede” para el 27S. Pero la responsabilidad fundamental recae en el estilo aparatero de la propuesta encabezada por Podemos e ICV, que empujó hacia afuera a los dos actores que hubieran podido dar un cambio cualitativo al proyecto. Ambos partidos sobrevaloraron su propia fuerza y se negaron a reconducir el proceso para facilitar la incorporación de Procés y Barcelona en Comú. Definitivamente, lo que arrancó a finales de julio bajo el nombre de Catalunya sí que es Pot tenía ya muy poco que ver con el fantasma, tan esperanzador para algunos como amenazante para otros, de la Catalunya en comú que recorrió la vida política catalana tras el 24 de mayo. ¿Intentar proseguir la dinámica de cambio de las elecciones municipales sin el apoyo de Barcelona en comú? ¿Pretender tener credibilidad en el terreno soberanista sin el respaldo del Procés Constituent? Misión Imposible. Aunque Tom Cruise ha protagonizado con éxito las cinco películas de la saga, Catalunya sí que es Pot se ha estampado en la primera. No conviene, pues, que se prodigue en el intento. Ya se sabe que en las pelis de Hollywood todo es posible. En ellas siempre sí se puede… aún en los contextos más inverosímiles.

Tercero, la polarización entorno al debate sobre la independencia ha sido letal para CSQP. Ella favorece a Junts pel Sí, a la CUP, y a Ciutadans. CSQP aparecía en tierra de nadie en este debate, con una posición no siempre distinguible del PSC (a pesar de ser muy diferente). Las pretensiones inciales de Podemos de desbordar el marco del debate independentista no sólo no se cumplieron. Sinó que Podemos fue desbordado por el marco que pretendía rebosar. El desbordador desbordado. De patear el tablero a ser pateados por el mismo. La espiral en negativo para CSQP ha sido infernal. El no tener un discurso serio sobre el proceso independentista, le impide discutir con su base social de izquierdas ligada a la CUP y a ERC. Al carecer de un discurso españolista claro, no puede competir con Ciutadans. Y al no poder generar una dinámica ganadora, una parte de su voto vuelve hacia el PSC. Se le abre la base social bajo los pies. Ello sólo habría podido solventarse con la capacidad de poner sobre la mesa otro eje de debate en el que CSQP hiciera de campo atractor, y al mismo tiempo ofrecer una propuesta sólida en el eje nacional, como la firme defensa de un proceso constituyente catalán no subalterno a dinámicas estatales, que recogiera buena parte de las aspiraciones de la base social independentista. Aunque en su manifiesto fundacional CSQP reivindicaba un proceso constituyente catalán no subordinado y el horizonte de una República catalana cuyos vínculos finales con el Estado español permanecieran abiertos, su discurso de campaña obvió por completo dicho planteamiento, centrándose en la lucha por un referéndum vinculante. Una propuesta carente de credibilidad y que es percibida como un frenazo impotente a cualquier proceso de ruptura institucional, y no como una reformulación distinta, más amplia, del proceso de ruptura que plantea el independentismo.

Conviene señalar, sin embargo, que las insuficiencas de Catalunya sí que es pot en su discurso soberanista, si bien son fruto en primera instancia de las decisiones programáticas adoptadas por las fuerzas que integran dicha candidatura, expresan lo que piensa gran parte de su base social y electoral. Y ello es, a su vez, el talón de Aquiles del independentismo y del conjunto de la izquierda catalana. Es un problema para el primero, porque sin el apoyo de la base social del “sí se puede”, su mayoría será siempre ajustada, y lo es para la segunda, porque al quedarse fracturada entre una posición minoritaria dentro del independentismo y una posición minoritaria exterior al mismo, no consigue articular un espacio que pueda postularse de forma creíble como alternativa con vocación mayoritaria. No preocuparse por este escenario y tirar hacia adelante olvidando la base social del “sí se puede” es un error casi simétrico al de adaptarse sin complejos a dicha situación, aguando el perfil nacional hasta reducirlo a una defensa de un derecho a decidir abstracto y sin contenido sustantivo. El pésimo enfoque de CSQP respecto a su relación con el proceso independentista no debería hacer olvidar las complejidades estratégicas de la cuestión.

La combinación entre la dependencia respecto a Pablo Iglesias para movilizar al electorado y la ausencia de referentes catalanes fuertes de la propia candidatura, impidió que CSQP hiciera la síntesis necesaria para articular a su heterogénea base social social en lo que al proceso independentista se refiere. Iglesias, si bien consigue movilizar a un público amplio fiel, en esta campaña ha parecido Lost in Translation, con patinazos de manual como la llamada al voto de “los catalanes que no se se avergüenzan de tener padres andaluces o abuelos extremeños“. Desde las innecesarias críticas a David Fernández en diciembre de 2014 hasta ahora, han sido ya demasiados los tropiezos de Iglesias con la misma piedra, el proceso independentista, con el resultado patente de la visible y creciente erosión de su imagen. La paradoja de la política catalana es que en ella faltan voces claras en el rechazo a Mas por el flanco izquierdo como las del propio Iglesias. Pero precisamente, lo que el líder de Podemos no parece entender es que la credibilidad de su virulento y correcto discurso anti-Mas se ve lastrado mortalmente precisamente por su falta de credibilidad en la defensa de los derechos nacionales de Catalunya.

Tras su irrupción en la política, Iglesias se convirtió en una de las bestias negras del establishment catalán. Y no por el hecho de no ser independentista, pues Rajoy y Sanchez tampoco lo son y más que temor, despiertan desprecio y burla. Iglesias genera inquietud porque propone un proyecto de cambio político y social que no pasa por la independencia, y esto pone encima de la mesa preguntas incómodas que el grueso del movimiento independentista no ha querido o sabido responder. Por ello, en alguien que se sabe examinado hasta la lupa, las reiteradas muestras de desconocimiento de la realidad catalana y de sus complejidades constituyen un error de bulto difícil de entender. Iglesias sale de Catalunya empantanado a más no poder en su ruta hacia las generales, en la que está obligado a generar un imperativo revulsivo para remontar el vuelo a escala estatal.

Éxitos electorales y límites estratégicos de la CUP

En términos electorales, la CUP es una de las fuerzas ganadoras de la noche, con 335.520 votos (8’21%) y 10 escaños (126.435, 3’48% y 3 diputados en 2012), creciendo en base al electorado de ERC que no quiso votar a una lista con Mas, a nuevos electores y a quienes se sintieron insatisfechos con las debilidades de discurso, radicalidad y estilo de CSQP.

Su entrada en el Parlament en 2012 fue una de las primeras señales de que se estaba abriendo un nuevo ciclo político, tras el estallido del 15M y el proceso independentista, en el que había espacio para los partidos que jugaban fuera de las normas. El parlamentarismo rupturista practicado en estos tres años con David Fernández al frente visibilizó otro estilo y práctica. En términos estratégicos, la CUP presentó sin embargo tres límites: primero, la política de mano tendida en lo nacional y puño cerrado en lo social separó demasiado ambas esferas, renunciando a pelear de forma real para introducir en el relato y la estrategia del grueso del movimiento independentista la idea de que un proceso de independencia requería, para articular una mayoría lo más sólida posible, introducir un plan de emergencia anti-crisis y anti-corrupción. Segundo, quedó demasiado atrapada en el marco discursivo del proceso independentista y en su escenificación política (acuerdo para la pregunta del 9N, firma de su convocatoria, celebración del 9N…). Si ello fue paradójicamente decisivo para el aumento de sus expectativas electorales tras el 9N a cosa en especial de ERC, también la cortó de parte de la base potencial de Podemos no independentista, respecto a la cual nunca tuvo una política ofensiva clara. Tercero, mantuvo una concepción lineal y autoreferencial de la construcción de la “unidad popular”, siendo muy refractaria a toda política de alianzas en la que no tuviera un rol hegemónico claro y a plantear una estrategia de confluencia, sobre bases de ruptura, con el resto de fuerzas de izquierda imprescindible para articular mayorías de cambio.

Conviene entrecruzar la política de CSQP y la de la CUP y los límites estratégicos respectivos pues, si bien la primera sale del 27S fracasada y la segunda reforzada, es en las insuficiencias de los planteamientos de ambas donde recae la responsabilidad de que el gran terremoto que ha sacudido a Catalunya en los últimos años no haya permitido la cristalización de un polo rupturista con incidencia decisiva en la vida política catalana. Los planteamientos rupturistas han ganado posiciones, que duda cabe, desde 2012 en adelante, pero no en la medida de lo posible y lo necesario.

El No apocalíptico del PP y el españolismo neoliberal con estilo de Ciutadans

El No, ya fuera en boca del PP, de Ciudadanos, de Felipe Gonzalez, o del poder financiero, sólo vendió miedo, reificación del orden institucional y aceptación de los dictados imperiales de la geopolítica mundial. Su combinación entre un improvisado discurso apocalíptico y las contradicciones chapuceras de sus portavoces (corralito sí, corralito no), sirve para movilizar a una parte del electorado y mantenerlo en tensión. Pero no es capaz de ofrecer ningún horizonte alternativo creíble.

Garcia Albiol, a pesar de ser convincente en su papel de autoritario jinete del apocalipsis, poco ha podido hacer para contener la sangría de su partido, igual de asociado a la corrupción y a los recortes que a la defensa de la unidad de España. El PP no puede competir con Ciutadans, que es capaz de vestir su españolismo neoliberal como un proyecto de renovación y de defender la “unidad de la patria” sin parecer abiertamente reaccionario. No por previsible, el mal resultado del PP, 347.758 votos (8’5%) y 11 diputados (frente a los 471.681, 12’98% y 19 escaños de 2012) debe dejar de ser señalado. Rajoy sale, una vez más, debilitado de las urnas y del embate catalán.

A menudo, de Ciutadans sólo se percibe en Catalunya su españolismo. Pero no hay que olvidar su carácter de partido neoliberal, pro-business y fiel amigo del Ibex 35. Su ascenso y ascendencia entre un sector de la clase trabajadora implica una involución de su consciencia política en un doble sentido, en el terreno de la identidad nacional y en el terreno del modelo social. Con su destacado segundo puesto, 732.147 votos (17’9%) y 25 diputados (275.007, 7’57% y 9 escaños en 2012), Ciutadans sale del 27S propulsado hacia las generales, en las que podrá presentarse como el principal adversario del independentismo en Catalunya y tras haber conseguido una importante victoria simbólica sobre Podemos.

Retos poliformes

Se abre un inestable escenario. Las fuerzas independentistas han obtenido una relevante mayoría de escaños (62 +10=72), aunque no en votos (47’8%). Su número absoluto, 1.952.482 es ligeramente superior al del sí-sí en la Consulta del 9N, 1.897.274 (aunque ahí podían votar los mayores de 16 años). Ello muestra la masividad del sentimiento independentista, pero también un estancamiento relativo de su base social, y los límites de la política del “primero la independencia y después todo lo demás” que ha constituido el eje estratégico principal de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Pero las diferencias entre Junts pel sí y la CUP-Crida Constituent hacen prever una mayoría parlamentaria inestable y llena de contradicciones. La CUP deberá afrontar la relación con Junts pel Sí desde una correlación de fuerzas muy desfavorable. Sus pretensiones de no investir a Mas formuladas durante la campaña serán muy difíciles de materializar. Cuesta imaginar dentro de Junts pel Sí una rebelión de Romeva, Junqueras y Forcadell contra el todavía president. Los precedentes en la política catalana no invitan a pensarlo.

En el horizonte inmediato, se vislumbra un escenario de confrontación inédita entre las instituciones catalanas y las del Estado, del que no cabe esperar ningún comportamiento democrático a corto plazo. Y, en la confrontación entre un movimiento democrático (al margen de las insuficiencias que tenga) y un Estado y un régimen cuyos déficits saltan a la vista, no hay duda sobre en que lado hay que estar en los momentos decisivos. Catalunya sí que es Pot debería tenerlo bien presente. Del frente del No sólo se deriva miedo y ley y orden. El bloque del “sí” abre posibilidades y trae el germen de la esperanza, aunque lleva en su seno un defecto de fábrica, la hegemonía de la derecha neoliberal en su seno, que amenaza en permanencia en ahogar todos los sueños que masivamente muchos catalanes depositan en la independencia y reconducirlos hacia un proyecto neoliberal autóctono que vacía la soberanía desde dentro. La CUP-Crida Consituent no debería olvidarlo.

Las fuerzas de izquierda rupturista tendrán un numero importante de escaños, pero globalmente están muy por debajo de lo que hubiera sido posible en caso de haber tomar otras sendas. Había otras posibilidades. Otros desvíos en el camino. Quizá más arriesgados. Quizá más complejos. Un triple reto aparece encima de la mesa: derrotar al Estado en su confrontación autoritaria con el movimiento independentista, desbordar la agenda de éste introduciendo la propuesta de un proceso constituyente popular y participativo y un plan de emergencia social ante la crisis que ayude a reformular los términos del debate, y articular un nuevo proyecto, atractor de un amplio espectro social y articulador un bloque mayoritario, y que encarne otro modelo de Catalunya distinto al de Junts pel Sí.

Apunts ràpids sobre els resultats de les eleccions catalanes i el futur de Podem


Miquel Garcia 

El resultat de les eleccions catalanes del 27S, encara que han donat una victòria ajustada a les forces  partidàries de la independència, mostren de manera clara la fragmentació de la societat catalana al respecte de quines han de ser les relacions amb l'Estat espanyol. L'alta participació (propera al 80%) deixa poc marge per als dubtes i assenyala que la societat en conjunt s'ha definit, si bé de manera molt distinta segons els diferents sectors de votants.

Les forces independentistes, Junts pel sí i les CUP s'apropen, sense arribar-hi, al 50% dels vots emesos i tenen majoria absoluta al nou parlament per uns pocs escons. És un percentatge alt de vots el que han recollit, sens dubte, però sembla que resulta insuficient, no tant per a obrir un procés capa la independència com per a consumar-lo. Les CUP són una de les forces guanyadores d'aquestes eleccions, ja que han aconseguit augmentar més de 4,5 punts en relació a les eleccions del 2012 i més que doblar el nombre de vots. No es pot dir el mateix dels integrants de Junts pel Si, ja quie ni han aconseguit per si mateixos la majoria absoluta al parlament que desitjaven, han perdut conjuntament uns 150.000 vots i han passat de 71 a 62 diputats.

En l'altre cantó ideològic, les forces espanyolistes més dures, representades pel PP i Ciutadans han arribat al 26% de vots. De les dues, Ciutadans es l'altre gran triomfador de la jornada, amb 25 escons i un percentatge de vots proper al 18%. Quan al PP perd uns 4 punts respecte al 2012. L'espanyolisme en conjunt ha guanyat tanmateix un espai de quasi 6 punts respecte del 2012. Aquest resultat significa que una quarta part de la gent catalana s'alinea amb posicions molt intransigents respecte al sobiranisme i l'independentisme. Es tracta d'un sector socialment en minoria, però una minoria molt ampla, res que es puga menysprear.

Finalment les opcions que s'han mogut en posicions més ambigües, el PSC i CSQP, aconsegueixen un 21% dels vots, encara que els resultats són molt diferents per a uns i per a altres. El PSC de Iceta ha salvat els mobles i no ha arribat a perdre ni 2 punts respecte les eleccions anteriors i només 4 diputats, això per a ells pot ser considerat una victòria. Situació molt diferent és la de CSQP, coalició en la qual confluïen ICV, EuiA, Equo i Podem, que ha perdut un punt i 2 diputats respecte dels resultats de ICV-EUiA al 2012. Aquest resultat, per tractar-se de la coalició on ha participat Podem, mereixerà comentari a part.

Respecte del futur del procés sobiranista català, els resultats d'aquestes eleccions el deixen en forma d'incògnita. La política, tant parlamentària com extraparlamentària que les forces independentistes i espanyolistes realitzen durant els proper període serà determinat per a decantar aquest 21% de votants que de moment han optat per les fórmules ambigües, del PSC o de CSQP. Les forces independentistes tenen capacitat per a encetar el procés sobiranista, però si volen consumar-lo de manera satisfactòria tindran que fer molt de treball.

CSQP i Podem

Quan fa uns mesos alguna enquesta va plantejar la possibilitat d'una confluència en la que estigueren les forces que finalment han constituït CSQP , juntament amb Procés, els resultats van ser espectaculars. Aquesta gran coalició podia haver significat la confluència de les reivindicacions socials i sobiranistes i haver fet front de manera important al mateix temps a Junts pel Sí, al PSC i fins i tot a la dreta espanyolista representada per C's i PP. Tanmateix, hem vist com el discurs dels líders de Podem s'ha anat diluint en l'aspecte social i també com han adoptat una posició ambigua respecte del sobiranisme. Això últim va ser segurament determinant per a que finalment l'Assemblea de Procés decidira no formar part de l'acord.

La campanya desenvolupada per CSQP ha estat marcada pel discurs de Pablo Iglesias, que ha aparegut a Catalunya fent crides a que la gent no se'n anara d'Espanya “per a canviar-la tots junts” i buscant el suport dels sectors de treballadors originàriament immigrants, contraposant-los als altres catalans. Aquest discurs del líder de Podem ha donat com a resultat que possibles votants de CSQP optaren per altres formacions, ja siga per la feblesa del missatge social (qui recorda ja les eleccions europees del 2014?), ja per la desconfiança que genera en Catalunya l'ambigüitat respecte al dret a decidir. Sobre d'això últim s'ha de dir que si Podem, a escala estatal, es perfilara com a guanyador de les eleccions generals, llavors tindria algun sentit per part de Pablo Iglesias cridar a “cambiar España todos juntos” ja que el partit Podem apareixeria com agent del canvi. Però en una situació en la qual, com a màxim, Podem pot aspirar a donar suport a un govern del PSOE, aquest tipus de declaracions resulten una mica ridícules.

El mal resultat de CSQP a les eleccions catalanes segurament empitjorarà unes expectatives que ja no eren bones per a Podem de cara a les generals. A Catalunya, el futur de l'organització està ara mateix ple d'incerteses i queda per veure si la formació podrà mantenir-se com a força independent. Vist des de fora el problema actual de Podem sembla simple de resoldre: hauríem de retornar al Programa de les europees i a l'empoderament que il·lusionava la gent. Això, però, sembla que poc entra en els plans de la cúpula podemita.


Apuntes rápidos sobre los resultados de las elecciones catalanas y el futuro de Podemos 

Miquel Garcia

El resultado de las elecciones catalanas del 27S, aunque han dado una victoria ajustada a las fuerzas partidarias de la independencia, muestran de manera clara la fragmentación de la sociedad catalana al respecto de cuáles han de ser las relaciones con el Estado español. La alta participación (cercana al 80%) deja poco margen para las dudas y señala que la sociedad en conjunto se ha definido, si bien de manera muy distinta según los diferentes sectores de votantes.

Las fuerzas independentistas, Junts pel Sí y las CUP se acercan, sin llegar, al 50% de los votos emitidos y tienen mayoría absoluta en el nuevo parlamento por unos pocos escaños. Es un porcentaje alto de votos el que han recogido, sin duda, pero parece que resulta insuficiente, no tanto para abrir un proceso hacia la independencia como para consumarlo. Las CUP son una de las fuerzas ganadoras de estas elecciones, puesto que han conseguido aumentar más de 4,5 puntos en relación a las elecciones del 2012 y más que doblar el número de votos. No se puede decir lo mismo de los integrantes de Junts pel Si, ya que ni han conseguido por sí mismos la mayoría absoluta en el parlamento que deseaban, han perdido conjuntamente unos 150.000 votos y han pasado de 71 a 62 diputados.

En el otro lado ideológico, las fuerzas españolistas más duras, representadas por el PP y Ciutadans han llegado al 26% de votos. De las dos, Ciutadans es el otro gran triunfador de la jornada, con 25 escaños y un porcentaje de votos cercano al 18%. En cuanto al PP, pierde unos 4 puntos respecto al 2012. El españolismo en conjunto ha ganado sin emabrgo un espacio de casi 6 puntos respecto del 2012. Este resultado significa que una cuarta parte de la gente catalana se alinea con posiciones muy intransigentes respecto al sobiranismo y el independentismo. Se trata de un sector socialmente en minoría, pero una minoría muy amplia, nada que se pueda despreciar.

Finalmente las opciones que se han movido en posiciones más ambiguas, el PSC y CSQP, consiguen un 21% de los votos, aunque los resultados son muy diferentes para unos y para otros. El PSC de Iceta ha salvado los muebles y no ha llegado a perder ni 2 puntos respeto las elecciones anteriores y sólo 4 diputados, esto para ellos puede ser considerado una victoria. Situación muy diferente es la de CSQP, coalición en la cual confluían ICV, EuiA, Equo y Podemos, que ha perdido un punto y 2 diputados respecto de los resultados de ICV-EUiA en el 2012. Este resultado, para tratarse de la coalición en la que ha participado Podemos, merecerá comentario aparte.

Respecto del futuro del proceso soberanista catalán, los resultados de estas elecciones lo dejan en forma de incógnita. La política, tanto parlamentaria como extraparlamentària que las fuerzas independentistas y españolistas realicen durante los próximo periodo será determinado para decantar este 21% de votantes que de momento han optado por las fórmulas ambiguas, del PSC o de CSQP. Las fuerzas independentistas tienen capacidad para comenzar el proceso soberanista, pero si quieren consumarlo de manera satisfactoria tendrán que trabajar mucho.

CSQP y Podemos

Cuando hace unos meses alguna encuesta planteó la posibilidad de una confluencia en la que estuvieran las fuerzas que finalmente han constituido CSQP , junto con Procés, los resultados fueron espectaculares. Esta gran coalición podía haber significado la confluencia de las reivindicaciones sociales y soberanistas y haber hecho frente de manera importante al mismo tiempo a Junts pel Sí, al PSC e incluso a la derecha españolista representada por C's y PP. Sin embargo, hemos visto como el discurso de los líderes de Podemos se ha ido diluyendo en el aspecto social y también cómo han adoptado una posición ambigua respecto del sobiranismo. Esto último fue seguramente determinante para que finalmente la Asamblea de Procés decidiera no formar parte del acuerdo.

La campaña desarrollada por CSQP ha estado marcada por el discurso de Pablo Iglesias, que ha aparecido en Cataluña haciendo llamamientos a que la gente no se fuera de España “para cambiarla todos juntos” y buscando el apoyo de los sectores de trabajadores originariamente inmigrantes, contraponiéndolos a los otros catalanes. Este discurso del líder de Podemos ha dado como resultado que posibles votantes de CSQP optaran por otras formaciones, ya sea por la debilidad del mensaje social (¿quién recuerda ya las elecciones europeas del 2014?), ya por la desconfianza que genera en Cataluña la ambigüedad respecto al derecho a decidir. Sobre de esto último se tiene que decir que si Podemos, a escala estatal, se perfilara como ganador de las elecciones generales, entonces tendría algún sentido por parte de Pablo Iglesias llamar a “cambiar España todos juntos” puesto que el partido Podemos aparecería como agente del cambio. Pero en una situación en la cual, como máximo, Podemos puede aspirar a apoyar en un gobierno del PSOE, este tipo de declaraciones resultan un poco ridículas.

El mal resultado de CSQP en las elecciones catalanas seguramente empeorará unas expectativas que ya no eran buenas para Podemos de cara a las generales. En Cataluña, el futuro de la organización está ahora mismo pleno de incertidumbres y queda por ver si la formación podrá mantenerse como fuerza independiente. Visto desde fuera el problema actual de Podemos parece simple de resolver: tendríamos que volver al Programa de las europeas y al empoderamiento que ilusionaba a la gente. Esto, pero, parece que poco entra en los planes de la cúpula podemita. 

sábado, 19 de septiembre de 2015

El negoci de la guerra. De veritat que no som còmplices?




José Joaquín Rodes
 
Quan escric aquestes línies el govern espanyol acaba d'aprovar en el BOE, sancionat pel rei, un crèdit extraordinari per a gastar-nos més de 800 M€ en armament i material. Però, la realitat demostra que no és extraordinari, sinó que és una acció habitual en aquest govern des de l’inici de la legislatura. D’aquesta manera, sempre diuen que el pressupost de defensa disminueix o és un percentatge baix i cada any fan aquest tipus de reial decret modificant la despesa militar. Hem de tenir contents a la indústria militar i és una casualitat que el ministre haja sigut un alt càrrec d’una d’aquestes indústries. Ha bastat una fotografia perquè la gent senta indignació per la guerra de Síria, quan han mort, moren i moriran molta gent del poble en els nombrosos conflictes armats que hi ha arreu del món. A més a més, sempre ens hem cregut que volien establir democràcies occidentals quan la realitat ha sigut, és i serà per a defensar els interessos de les multinacionals i dels governs que segueixen els dictats dels EUA i de la UE. Des de fa molts anys, s’ha venut armament als dos bàndols per a garantir-se el negoci i quan s’han adonat que el conflicte s’ha agreujat, doncs arriben amb els seus exèrcits per a “solucionar” les injustícies al poble. Els seus assassinats s’anomenen eufemísticament “danys col•laterals” i ens diuen que “per a fer una truita hem de trencar els ous”. És més, hem deixat que la seguretat vaja per davant dels nostres drets civils i ho hem assumit amb total naturalitat.

Lògicament, tot allò relacionat amb la venda d’armes occidentals és secret per raons de seguretat nacional. Així que la informació mai arriba al públic i es posen tots els mitjans necessaris per a evitar-ho. Resulta que Espanya ha venut armes per 725 M€ a Aràbia Saudita, eixa monarquia democràtica com tantes altres amb interessos econòmics que són nacions amigues, i el govern ens diu que compleixen amb totes les normes internacionals i especialment amb els criteris de respecte als drets humans. Hi ha informes d’Amnistia Internacional que acusa a aquest país de violar els drets humans dins del seu país i ha documentat bombardejos saudites provocant la mort d’un centenar de civils. Em permet posar els articles 5 i 14 perquè la gent sàpia què implica la declaració (en paper mullat) dels drets humans: “Ningú serà sotmés a tortures ni a penes o tractes cruels, inhumans o degradants”; “En cas de persecució, tota persona té dret a buscar asil i a gaudir d’aquest en qualsevol país”. Sincerament, crec que allò que s’està fent amb totes les persones que tracten d’arribar a la UE incompleixen aquests articles. Ara aneu a la manifestació indignades i torneu a casa contentes i satisfetes per complir amb el vostre deure i torneu a votar als partits que defensaren la nostra entrada a l’OTAN en l’any 1982 i ratificat per referèndum (manipulat) en 1986 i volen continuar en aquesta organització.

Una altra afirmació que s’ha aplicat en la guerra és “l’enemic del meu enemic és el meu amic”. Doncs bé, va haver una època en què Al-Qaida, els mujahidins afgans o l’estat islàmic eren amics i se’ls venien armes des d’occident, coses de la guerra freda amb la URSS (ara Rússia). Actualment, quan ja han fet el treball brut encomanat, són els més enemics del món i hem de lluitar contra aquests terroristes, creats per occident. Un atemptat que succeeix en el mon occidental, Nova York, Madrid, Londres, és un no res comparat amb el que ha passat, passa i passarà en els països on se solucionen els problemes amb les guerres, Irak, Iran, Afganistan, Síria, Israel-Palestina, Líbia, Sàhara, i molts països d’Àfrica, massa lluny de nosaltres per a preocupar-nos, mostrant una gran indiferència, fins que un fet molt puntual fa despertar a una part de la societat que no vol solucionar els problemes sinó més bé justificar la seua inacció durant molts anys.

La indústria militar té problemes, aprovem crèdits extraordinaris; la banca té problemes, la rescatem; les grans empreses amb grans deutes/pèrdues tenen problemes, les rescatem, tot això en un termini curt de temps i sense cap dificultat; la societat o les persones tenen problemes, hem de reunir-nos, discutir, perdre el temps a veure si la “naturalesa” ens ajuda a que es resolga espontàniament sense prendre decisions amb pressa.

Vull acabar aquest article amb unes paraules de Gerard Quintana en un concert del grup Sopa de Cabra fa més de 20 anys (1991), abans de cantar la cançó “Guerra” i que no han perdut vigència ni crec que la perda en molts anys:

Em sembla que des de que coneixem, des de que sabem, tot el que coneixem de la història de la humanitat, és una mica bèstia, som especialistes en arreglar les coses a base d’hòsties, últimament, últimament estem veient una cosa que jo crec que és certa, que no es pot confiar en els polítics, i lo fort és que estem a les seues mans, i són gent capaç, capaç d’arreglar qualsevol cosa amb una guerra, i qui és que fa la guerra, no són ells que fan la guerra, la fan amb carn, carn jove com nosaltres i com vosaltres, per això us ho dic que els donen pel sac (eufemisme). I un crit ben fort pels insubmisos que cada dia siguen més.

Fins que la filosofia deixe de fer una raça superior a les altres, hi haurà guerra,

Fins que no hi hagi per més temps ciutadans de primera i de segona classe, hi haurà guerra,

Fins que el color de la pell d’un home sigui tan important com el color dels seus ulls, hi haurà guerra,

Fins que els drets humans bàsics siguin garantits per tothom sense discriminació, hi haurà guerra, ........

Una llàstima que després de tants anys encara estiguem lluitant pels nostres drets bàsics garantits per la llei de lleis, la constitució, que els nostres governs porten quasi 40 anys incomplint-la sense que la societat faça una acció democràtica contundent en les urnes.

 

El negocio de la guerra. ¿De verdad que no somos cómplices?

 José Joaquín Rodes
 
En el momento de escribir estas líneas, el gobierno español acaba de aprobar en el BOE, sancionado por el rey, un crédito extraordinario para gastarnos más de 800 M€ en armamento y material. Pero, la realidad demuestra que no es extraordinario, sino que es una acción habitual en este gobierno desde el inicio de la legislatura. De esta manera, siempre dicen que el presupuesto de defensa disminuye o es un porcentaje bajo y cada año hacen este tipo de real decreto modificando el gasto militar. Tenemos que tener contentos a la industria militar y es una casualidad que el ministro haya sido un alto cargo de una de estas industrias. Ha bastado una fotografía para que la gente sienta indignación por la guerra de Siria, cuando han muerto, mueren y morirán mucha gente del pueblo en los numerosos conflictos armados que hay alrededor del mundo. Además, siempre nos hemos creído que querían establecer democracias occidentales cuando la realidad ha sido, es y será para defender los intereses de las multinacionales y de los gobiernos que siguen los dictados de los EUA y de la UE. Desde hace muchos años, se ha vendido armamento a los dos bandos para garantizar el negocia y cuando se han dado cuenta de que el conflicto se ha agravado, entonces llegan con sus ejércitos para “solucionar” las injusticias al pueblo. Sus asesinatos se autodenominan eufemísticamente “daños colaterales” y nos dicen que “para hacer una tortilla hay que romper los huevos”. Es más, hemos dejado que la seguridad vaya por delante de nuestros derechos civiles y lo hemos asumido con total naturalidad.

Lógicamente, todo aquello relacionado con la venta de armas occidentales es secreto por razones de seguridad nacional. Así que la información nunca llega al público y se ponen todos los medios necesarios para evitarlo. Resulta que España ha vendido armas por 725 M€ a Arabia Saudita, esa monarquía democrática como tantas otras con intereses económicos que son naciones amigas, y el gobierno nos dice que cumplen con todas las normas internacionales y, especialmente, con los criterios de respeto a los derechos humanos. Hay informes de Amnistía Internacional que acusa a este país de violar los derechos humanos en el interior del país y ha documentado bombardeos sauditas provocando la muerte de un centenar de civiles. Me permito poner los artículos 5 y 14 para que la gente sepa lo que implica la declaración (en papel mojado) de los derechos humanos: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”; “En caso de persecución toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de este en cualquier país”. Sinceramente, creo que lo que se está haciendo con todas las personas que tratan de llegar a la UE incumplen estos artículos. Ahora id a la manifestación indignadas y volved a casa contentas y satisfechas por cumplir con vuestro deber i volved a votar a los partidos que defendieron nuestra entrada en la OTAN en el año 1982 y ratificado por referéndum (manipulado) en 1986 y quieren continuar en esta organización.

Otra afirmación que se ha aplicado a la guerra es “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Pues bien, hubo una época en que Al-Qaeda, los muyahidines afganos o el estado islámico eran amigos y se les vendía armas desde occidente, cosas de la guerra fría con la URSS (ahora Rusia). Actualmente, cuando ya han hecho el trabajo sucio encomendado, son los más enemigos del mundo y tenemos que luchar contra estos terroristas, creados por occidente. Un atentado que sucede en el mundo occidental, Nueva York, Madrid, Londres, no es nada comparado con lo que ha pasado, pasa y pasara en los países donde se solucionan los problemas con las guerras, Irak, Irán, Afganistán, Siria, Israel-Palestina, Libia, Sáhara, y muchos países de África, muy lejanos para nosotras como para preocuparnos, mostrando una gran indiferencia, hasta que un hecho muy puntual hace despertar a una parte de la sociedad que no quiere solucionar los problemas sino más bien justificar su inacción durante muchos años.

La industria militar tiene problemas, aprobamos créditos extraordinario; la banca tiene problemas, la rescatamos; las grandes empresas con grandes deudas o pérdidas tiene problemas, las rescatamos, todo ello en un período corto de tiempo y sin ninguna dificultad; la sociedad o las personas tienen problemas, tenemos que reunirnos, discutir, perder el tiempo a ver si la “naturaleza” nos ayuda a que se resuelva espontáneamente sin tomar decisiones con prisa.

Quiero acabar este artículo con unas palabras de Gerard Quintana que pronunció en un concierto del grupo Sopa de Cabra hace más de 20 años (1991), antes de cantar la canción “Guerra” y que no han perdido vigencia ni creo que la pierda en muchos años:

Me parece que desde que conocemos, desde que sabemos, todo lo que conocemos de la historia de la humanidad, es un poco bestia, somos especialistas en arreglar las cosas a base de hostias. Últimamente, últimamente estamos viendo una cosa que yo creo que es cierta, que no se puede confiar en los políticos, y lo fuerte es que estamos en sus manos, y son gente capaz, capaz de arreglar cualquier cosa con una guerra, y quién es el que hace la guerra, no son ellos los que hace la guerra, la hacen con carne, carne joven como nosotros y vosotros, por eso les digo, que os den por el saco (eufemismo). Y un grito bien fuerte por los insumisos para que cada día sean más.

Hasta que la filosofía deje de hacer una raza superior a las otras, habrá una guerra,

Hasta que no haya por más tiempo ciudadanos de primera y de segunda, habrá una guerra,

Hasta que el color de la piel de un hombre sea tan importante como el color de sus ojos, habrá una guerra,

Hasta que los derechos humanos básicos sean garantizados para todas sin discriminación, habrá una guerra, ……
Una lástima que después de tantos años todavía estemos luchando por nuestros derechos básicos garantizados por la ley de leyes, la constitución, que nuestros gobiernos llevan casi 40 años incumpliéndola sin que la sociedad haga una acción democrática contundente en las urnas.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Reiniciant el Sistema, Construint Unitat Popular, 3 d'Octubre, Assemblea Entre Tots Podem



El dia 3 d'Octubre proper, a la seu de CCOO de Castelló, Entre Tots Podem celebrarà una Assemblea amb l'objectiu d'analitzar l'actual situació política, l'evolució de Podem i la del nostre mateix corrent. D'aquest anàlisis es desprendran les tasques de intervenció que desenvoluparem als propers mesos, sempre perseguint el nostre objectiu general de construir una vertadera Unitat Popular. Us animem a participar.


El día 3 de Octubre próximo, enla sede de CCOO de Castelló, Entre Tots Podem celebrará una Asamblea con el objetivo de analizar la actual situación política, la evolución de Podemos y la de nuestra misma corriente. De este análisis se desprenderán las tareas de intervención que desarrollaremos en los próximos meses, siempre persiguiendo nuestro objetivo general de construir una verdadera Unidad Popular. Os animamos a participar.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Refugiats: Contra la indiferència




Miguel Urbán

A Europa li estan sagnant les fronteres i l'expressió més descarnada d'açò és la crisi humanitària dels refugiats sirians. Encara que puga semblar el contrari, no es tracta aquest d'un fenomen nou sinó d'un estat de coses comuna en un sistema-món que alimenta conflictes geopolítics, desigualtats i èxodes.

Els més de 20.000 migrants morts en els últims 20 anys intentant entrar a Europa en un mar Mediterrani convertit en una gegantesca fossa comuna —una mitjana de dos migrants morts al dia, als quals cal sumar els desapareguts, el nombre dels quals es desconeix— són l'expressió més terrible i dramàtica d'una política migratòria que, com han denunciat incansablement les organitzacions socials, poc o gens té a veure amb el respecte als drets humans. Són les víctimes de la xenofòbia institucional, d'un racisme refinat, anònim, legal, poc visible, però constant. Són les conseqüències més dramàtiques d'una política que ha intentat convertir a Europa en una fortalesa. Un brou de cultiu propici al ressorgiment de les ultradtretes i al encastellament de líders que fan del replegament identitari i de la reificació i repressió dels que arriben el seu principal capital polític.

A pesar que ens enfrontem a un dels moviments migratoris més importants des de la II Guerra Mundial, hem de ser conscients que les nostres xifres d'acolliment són insignificants en relació amb aquelles dels països fronterers amb Síria i l'Iraq. Des del començament del conflicte sirià, Europa ha acollit a uns 300.000 refugiats, un 6% dels més de cinc milions que han fugit del país, mentre que Líban ha acollit a 1,2 milions de refugiats, malgrat comptar amb una població d'amb prou faenes 4,3 milions.

Aquestes dades de la solidaritat de certs països d'Orient Pròxim (que no tots) fan semblar encara més inacceptables les declaracions d'alguns membres del nostre Govern, com Sáenz de Santamaría, qui, fa uns dies, sostenia que la capacitat per a acollir refugiats d'Espanya està “molt saturada”. O les del propi president Rajoy, qui, uns dies després d'afirmar que “una cosa és solidaritat i una altra és solidaritat a canvi de res”, s'esmenava davant la pressió de l'opinió pública declarant que “Espanya no li va a negar el dret a l'asil a ningú (…) Mai ho ha fet”. Fins i tot el ministre de l'Interior, Fernández Díaz, ha seguit utilitzant el tan usat argument que el sistema de quotes de refugiats fomenta l'efecte cridada. El mateix ministre responsable de la normalització de les "devolucions en calent" que l'Agència de Nacions Unides per als Refugiats ha denunciat com una flagrant violació del dret a l'asil. No sap per ventura que no hi ha major efecte cridada que la misèria i les bombes? La nostra responsabilitat històrica en aquest moment, a més d'oferir refugi i garanties dignes a les poblacions que fugen d'escenaris catastròfics, consisteix a reflexionar i actuar per fi sobre les causes que estan darrere dels moviments migratoris, començant per la revisió i refundació de la política exterior, comercial i de cooperació de la UE, i la de les seues empreses transnacionals, corresponsables de la desesperació que viuen milions de persones en el Sud.

La lenta, tardana i insuficient reacció dels països i institucions de la UE demostra el model fallit de l'Europa-fortalesa. Un model organitzat entorn del rebuig al migrant i no al seu acolliment. A alçar tanques cada vegada més altes, però que segueixen sent saltades, fent condir la confusió en les institucions.

Mentrestant la xarxa de ciutats-refugie, impulsada en l'Estat espanyol per governs locals de candidatures del canvi, és un pas més en aquesta reconstrucció del polític des d'a baix,  del moviment de ciutadans que en els principals països de trànsit i recepció s'han organitzat per a donar acolliment als refugiats. Hem d'aprofitar aquest incipient moviment popular de solidaritat europeu a favor dels migrants/refugiats com a impulsdemocratitzador per a disputar una idea d'Europa que apel·le a la justícia social com a element rector de la seua política interior, exterior i comercial. Que cadascú prenga partit perquè, com deia Gramsci, la indiferència és el pes mort de la història. I avui, més que mai, la indiferència és la forma més descarnada de prendre partit per la fatalitat.

Miguel Urbán és europarlamentari de Podem.

 Contra la indiferencia

 Miguel Urbán
A Europa le están sangrando las fronteras y la expresión más descarnada de esto es la crisis humanitaria de los refugiados sirios. Aunque pueda parecer lo contrario, no se trata éste de un fenómeno nuevo sino de un estado de cosas común en un sistema-mundo que alimenta conflictos geopolíticos, desigualdades y éxodos.

Los más de 20.000 migrantes muertos en los últimos 20 años intentando entrar en Europa en un mar Mediterráneo convertido en una gigantesca fosa común —una media de dos migrantes muertos al día, a los que hay que sumar los desaparecidos, cuyo número se desconoce— son la expresión más terrible y dramática de una política migratoria que, como han denunciado incansablemente las organizaciones sociales, poco o nada tiene que ver con el respeto a los derechos humanos. Son las víctimas de la xenofobia institucional, de un racismo de guante blanco, anónimo, legal, poco visible, pero constante. Son las consecuencias más dramáticas de una política que ha intentado convertir a Europa en una fortaleza. Un caldo de cultivo propicio al resurgimiento de las ultraderechas y al encumbramiento de líderes que hacen del repliegue identitario y de la cosificación y represión de los que llegan su principal capital político.

A pesar de que nos enfrentamos a uno de los movimientos migratorios más importantes desde la II Guerra Mundial, hemos de ser conscientes de que nuestras cifras de acogida son insignificantes en relación con aquellas de los países fronterizos con Siria e Irak. Desde el comienzo del conflicto sirio, Europa ha acogido a unos 300.000 refugiados, un 6% de los más de cinco millones que han huido del país, mientras que Líbano ha acogido a 1,2 millones de refugiados, a pesar de contar con una población de apenas 4,3 millones.

Estos datos de la solidaridad de ciertos países de Oriente Próximo (que no todos) hacen parecer aún más inaceptables las declaraciones de algunos miembros de nuestro Gobierno, como Sáenz de Santamaría, quien, hace unos días, sostenía que la capacidad para acoger refugiados de España está “muy saturada”. O las del propio presidente Rajoy, quien, unos días después de afirmar que “una cosa es solidaridad y otra es solidaridad a cambio de nada”, se enmendaba ante la presión de la opinión pública declarando que “España no le va a negar el derecho al asilo a nadie (…) Nunca lo ha hecho”. Incluso el ministro del Interior, Fernández Díaz, ha seguido utilizando el tan manido argumento de que el sistema de cuotas de refugiados fomenta el efecto llamada. El mismo ministro responsable de la normalización de las devoluciones en caliente que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados ha denunciado como una flagrante violación del derecho al asilo. ¿No sabe acaso que no hay mayor efecto llamada que la miseria y las bombas? Nuestra responsabilidad histórica en este momento, además de ofrecer refugio y garantías dignas a las poblaciones que huyen de escenarios catastróficos, consiste en reflexionar y actuar por fin sobre las causas que están detrás de los movimientos migratorios, comenzando por la revisión y refundación de la política exterior, comercial y de cooperación de la UE, y la de sus empresas transnacionales, corresponsables de la desesperación que viven millones de personas en el Sur.

La lenta, tardía e insuficiente reacción de los países e instituciones de la UE demuestra el modelo fallido de la Europa-fortaleza. Un modelo organizado en torno al rechazo al migrante y no a su acogida. En levantar vallas cada vez más altas, pero que siguen siendo saltadas, haciendo cundir la confusión en las instituciones.

Mientras tanto la red de ciudades-refugio, impulsada en el Estado español por gobiernos locales de candidaturas del cambio, es un paso más en esta reconstrucción de lo político desde abajo, avanzadilla del movimiento de ciudadanos que en los principales países de tránsito y recepción se han organizado para dar acogida a los refugiados. Tenemos que aprovechar este incipiente movimiento popular de solidaridad europeo a favor de los migrantes/refugiados como impulso democratizador para disputar una idea de Europa que apele a la justicia social como elemento rector de su política interior, exterior y comercial. Que cada cual tome partido porque, como decía Gramsci, la indiferencia es el peso muerto de la historia. Y hoy, más que nunca, la indiferencia es la forma más descarnada de tomar partido por la fatalidad.

Miguel Urbán es europarlamentario de Podemos.

Fuente:  http://elpais.com/elpais/2015/09/09/opinion/1441814456_557263.html

viernes, 11 de septiembre de 2015

Eurodiputat Sebastià: "M'espanta un pacte amb Podem"

 

L'eurodiputat de Compromís s'oposa frontalment a l'acord amb la formació de Pablo Iglesias que propugna una part de la coalició. Demà [12 de setembre] exposarà la seua posició al consell nacional del Bloc.

Compromís és un projecte valencià i valencianista, i en el moment en què t'ajuntes amb un altre, això ho perds", opina Jordi Sebastià sobre el possible acord amb Podem als comicis estatals que la seua coalició, Compromís, haurà de ratificar (o no) en les properes setmanes. L'eurodiputat ha participat aquest matí en un esmorzar informatiu en què s'ha mostrat contrari a arribar-hi a una entesa. "Ningú no m'ha consultat el meu parer sobre el pacte, però demà, per fi, espere tenir l'ocasió de dir què en pense al consell nacional del Bloc Nacionalista Valencià", una de les tres formacions que integren Compromís. La més nombrosa i la que alberga més recels davant la proposta de candidatura conjunta al País Valencià plantejada per Podem.

A Sebastià li "espanta" un pacte amb la formació violeta, perquè "Podem és el que és, i aguantarà tant com vulguen els grups de comunicació, des d'Atresmedia fins a Prisa, que els han donat suport fins ara". "Jo estic en política perquè sóc valencianista, i en aquests moments, segons el CIS, estem en condicions de tenir tres diputats al Congrés, una fita que fa només uns pocs anys haguera semblat utòpica", ha destacat l'ex-alcalde de Burjassot, per qui "no resulta tan important de tenir grup propi a Madrid, si això implica anar de bracet d'un altre partit".

Preguntat pel fet que Compromís va aconseguir la seua acta d'eurodiputat gràcies a un acord multipartit, Sebastià ha assenyalat que, en aquell cas, "Primavera Europea era un projecte clarament liderat per Compromís, en què Equo, l'altre partit principal, no generava cap problema, i perquè era l'única manera de poder estar-hi representats". Sebastià, de fet, s'ha felicitat per les decisions preses conjuntament per la coalició des del seu naixement, però no obstant això, considera que l'acord amb Podem, "una formació que a les enquestes va de baixada de fa uns mesos i que al País Valencià va quedar en cinquena posició", representaria "una autèntica errada". "Que l'estratègia seguida fins ara haja estat la correcta no significa que en aquest cas el pacte també seria positiu", ha subratllat alhora que ha admès l'efecte positiu que ha tingut la unió de Bloc i Iniciativa per al nacionalisme valencià. "A llocs com Elx i Paterna, on érem irrellevants, ara hi tenim quatre i sis regidors", ha recordat.

"Les expectatives de Podem d'esdevenir la força hegemònica de l'esquerra espanyola s'han vingut avall, sembla clar que serà el PSOE qui lidere aquest espai, i per tant, anar amb ells ja no és tan decisiu. Serem bastant més decisius amb tres o quatre diputats absolutament lliures que no coalitzats amb Podem", ha sentenciat Sebastià.


El eurodiputado de Compromis se opone frontalmente al acuerdo con la formación de Pablo Iglesias que propugna una parte de la coalición. Mañana expondrá su posición en el consejo nacional del Bloc.

Compromís es un proyecto valenciano y valencianista, y en el momento en que te juntas con otro, esto lo pierdes", opina Jordi Sebastià sobre el posible acuerdo con Podemos a los comicios estatales que su coalición, Compromiso, tendrá que ratificar (o no) en las próximas semanas. El eurodiputado ha participado esta mañana en un almuerzo informativo en que se ha mostrado contrario a llegar a una entente. "Nadie me ha consultado mi parecer sobre el pacto, pero mañana, por fin, espero tener la ocasión de decir qué pienso al consejo nacional del Bloc Nacionalista Valencianà", una de las tres formaciones que integran Compromís. La más numerosa y la que alberga más recelos ante la propuesta de candidatura conjunta al País Valencià planteada por Podemos.

A Sebastià le "asusta" un pacto con la formación violeta, porque "Podemos es el que es, y aguantará tanto como quieran los grupos de comunicación, desde Atresmedia hasta Prisa, que los han apoyado hasta ahora". "Yo estoy en política porque soy valencianista, y en estos momentos, según el CIS, estamos en condiciones de tener tres diputados en el Congreso, un hito que hace sólo unos pocos años hubiera parecido utópico", ha destacado el ex-alcalde de Burjassot, por quien "no resulta tan importante de tener grupo propio en Madrid, si esto implica ir del brazo de otro partido".

Preguntado por el hecho que Compromís consiguió su acta de eurodiputado gracias a un acuerdo multipartido, Sebastià ha señalado que, en aquel caso, "Primavera Europea era un proyecto claramente liderado por Compromí, en que Equo, el otro partido principal, no generaba ningún problema, y porque era la única manera de poder estar representados". Sebastià, de hecho, se ha felicitado por las decisiones tomadas conjuntamente por la coalición desde su nacimiento, pero sin embargo, considera que el acuerdo con Podemos, "una formación que a las encuestas va de bajada de hace unos meses y que al País Valencià quedó en quinta posición", representaría "un auténtico error". "Que la estrategia seguida hasta ahora haya sido la correcta no significa que en este caso el pacto también sería positivo", ha subrayado a la vez que ha admitido el efecto positivo que ha tenido la unión de Bloc e Iniciativa para el nacionalismo valenciano. "Enlugares como Elche y Paterna, donde éramos irrelevantes, ahora tenemos cuatro y seis regidores", ha recordado.

"Las expectativas de Podemos deconvertirse la fuerza hegemónica de la izquierda española se han venido abajo, parece claro que será el PSOE quién lidere este espacio, y por lo tanto, ir con ellos ya no es tan decisivo. Seremos bastante más decisivos con tres o cuatro diputados absolutamente libres que no coaligados con Podemos", ha sentenciado Sebastià.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

L’estat de la Catalunya social davant les eleccions del 27-S

 

Article publicat per Vicenç Navarro al diari CRÍTIC, 4 de setembre de 2015, i en castellà a la columna “Pensamiento Crítico” al diari PÚBLICO, 9 de setembre de 2015.

Aquest article analitza el subdesenvolupament social de Catalunya assenyalant que tal subdesenvolupament es deu al domini que les forces conservadores i liberals (el que a nivell popular es diu les dretes) han tingut en les institucions de la Generalitat de Catalunya on han governat durant la majoria del període democràtic.


Catalunya té un gran endarreriment social, amb una de les despeses públiques socials per habitant més baixes de la Unió Europea dels Quinze (UE-15), que és el grup de països de la UE amb un nivell de desenvolupament econòmic semblant al d’aquest país. En realitat, ja abans de la crisi el PIB per càpita (que és l’indicador més utilitzat per analitzar el desenvolupament econòmic d’un país) a Catalunya era fins i tot més gran (un 110%) que el de la mitjana de la UE-15, mentre que la seva despesa pública social (la despesa pública en sanitat, educació, serveis socials, habitatge públic, escoles bressol, serveis domiciliaris i altres serveis de l’Estat del Benestar) per càpita era molt menor (73%) que la mitjana de la UE-15. És a dir, Catalunya es gastava molt menys que el que hauria de gastar-se pel nivell de riquesa que té. En realitat, Catalunya hauria de gastar-se 19.600 milions d’euros més del que es gastava llavors en els serveis públics de l’Estat del Benestar.

Les raons per explicar aquest endarreriment són múltiples. Una de gran importància és el subdesenvolupament històric que va imposar la dictadura franquista a tots els pobles i nacions d’Espanya. Aquesta dictadura ho era d’una minoria enfront de la gran majoria de les classes populars. A Europa, el desenvolupament de l’Estat de Benestar està molt relacionat amb el poder d’aquestes classes. A major poder d’aquestes últimes (com és el cas dels països escandinaus), major és el desenvolupament de l’Estat del Benestar. El sud d’Europa s’ha caracteritzat històricament per la debilitat política d’aquestes classes. D’aquí el seu subdesenvolupament social, ja que són aquestes classes les majors usuàries de l’Estat del Benestar. La despesa pública social d’Espanya, incloent Catalunya, l’any en el qual el dictador va morir era de solament el 14% del PIB, molt més baixa que la mitjana dels països que més tard van constituir la UE-15 (un 22%). La democràcia va permetre corregir part d’aquest enorme dèficit de despesa pública, i es va aconseguir reduir per la meitat el dèficit de despesa pública social que havia heretat de la dictadura l’any 1978. I això degut, molt en particular, a les polítiques dutes a terme pel major partit socialdemòcrata al país (el PSOE).

Ara bé, aquesta correcció va ser revertida com a conseqüència de la manera com aquest partit, en aliança amb CiU (una coalició d’un partit liberal, Convergència Democràtica de Catalunya –CDC–, i un altre cristianodemòcrata, Unió Democràtica de Catalunya –UDC–), va dur a terme la integració d’Espanya a l’Eurozona. Tots els partits amb representació parlamentària a les Corts Espanyoles (incloent els catalans), excepte el Partit Comunista, estaven a favor de l’establiment de l’euro a Espanya. I per a això s’havia de reduir, segons els criteris del Tractat de Maastricht, el dèficit de l’Estat central, baixant d’un 6% del PIB a un 3%. I aquesta reducció es va fer, pel govern del PSOE primer, i pel govern del PP més tard (i sempre amb el suport de CiU), a costa de reduir la despesa pública, i molt especialment la despesa pública social, empobrint l’Estat de Benestar, incloent el català. Una dada que no s’ha reconegut suficientment és que l’euro es va construir a costa del benestar de les classes populars, les classes que utilitzen majoritàriament els serveis públics de l’Estat del Benestar.

Com a resultat d’aquestes reduccions de la despesa pública social, el dèficit de despesa pública social amb la UE-15 (és a dir, la diferència de despesa pública social per habitant entre la mitjana de la UE-15 i Espanya, incloent Catalunya) va pujar considerablement, un descens molt marcat tant al llarg de l’Estat espanyol (governat pel partit conservador, el PP) com a Catalunya (governada per la coalició CiU). Per regla general, a la UE-15 les opcions conservadores i liberals (el que en llenguatge popular es defineix com les dretes) tenen menor sensibilitat social que les opcions socialdemòcrates, socialistes i comunistes (definides en el mateix llenguatge popular com les esquerres). I això es va veure també en el fet que aquest dèficit de despesa pública social de Catalunya amb la UE-15 va baixar durant el govern de la coalició de partits d’esquerres coneguda com el Tripartit. Només entre 2003 i 2007, aquest dèficit es va reduir en 599 upc (moneda estandarditzada pel seu nivell de compra), passant de 2588 upc a 1989 upc, que és una reducció molt notable.

Les retallades a Catalunya

 Com a conseqüència del gran domini que les dretes han tingut sobre l’Estat espanyol i sobre la Generalitat de Catalunya (a Catalunya, la coalició CiU ha governat el 80% de tot el període democràtic 1980-2015), totes les reduccions del dèficit públic de l’Estat s’han aconseguit primordialment a força de retallades de la despesa pública, incloent la social. A Catalunya, aquestes retallades han estat particularment accentuades en el període 2010-2015, sota el govern de CiU, al qual ERC ha donat suport en el seu últim mandat, qui ha anteposat l’estratègia d’aconseguir la independència per sobre de qualsevol altra consideració, donant suport al gir del partit liberal CDC cap a l’independentisme.

En realitat, durant aquest període (2010-2015) la despesa pública en educació s’ha reduït un 17%, passant de 6.310 milions d’euros a 5.234 milions. En sanitat hi ha hagut una reducció d’un 14,5%, passant-se de 9.903 milions d’euros a 8.464 milions. En habitatge social, la reducció ha estat d’un 60%, passant-se de 723 milions a 289 milions; en protecció social un 13%, passant-se de 2.110 milions a 1.823 milions; en promoció social un 39%, passant-se de 100 milions a 61 milions; i en foment d’ocupació un 25%, passant-se de 732 milions a 551 milions. En total, la despesa pública social s’ha reduït un 17%, passant-se, en xifres rodones, de 19.881 milions a 16.424 milions.

Aquestes retallades han estat de les més accentuades a la UE-15. No cal dir que el dèficit públic es podria haver reduït a través d’un augment dels impostos (i molt especialment a les rendes superiors i a les rendes del capital) i d’una correcció del frau fiscal (particularment accentuat entre les grans fortunes i les grans empreses que facturen més de 150 milions d’euros a l’any), un dels més elevats de la UE-15. Cal accentuar que gran part de les lleis tributàries d’Espanya, i que naturalment afecten Catalunya, han estat aprovades per partits catalans, sent la fins fa poc coalició governant a Catalunya (CiU) una de les més actives a donar suport a la rebaixa d’impostos (que ha realitzat també a Catalunya). De particular intensitat ha estat la posició legislativa en aquest sentit del partit CDC, coherent amb la seva ideologia liberal. És per això que aquest partit ha donat suport a reformes laborals que han estat la causa d’un gran augment de la precarietat laboral i de la disminució salarial. I també en coherència amb la seva ideologia liberal, ha afavorit la privatització dels serveis públics de l’Estat del Benestar, i molt especialment de la sanitat pública.

Aquesta privatització l’ha liderat el conseller Boi Ruiz, que ja a l’inici del seu mandat va aconsellar a la població catalana que contractés pòlisses d’assegurament sanitari privat, per cobrir els grans dèficits de despesa pública sanitària que les retallades imposades (i dic imposades perquè no eren a la seva oferta electoral) per la Conselleria de Salut han accentuat. Ha estat el conseller que més ha privatitzat la sanitat durant l’època democràtica, externalitzant serveis d’empreses públiques a privades, sent-ne l’últim, de molts altres casos, l’externalització dels serveis d’al•lergologia a l’Hospital Universitari Dr. Josep Trueta a una empresa privada.

No hi havia alternatives?

Aquestes polítiques d’austeritat es presenten com les úniques possibles, dutes a terme per mandat de Madrid (la seu del govern espanyol), Frankfurt (la seu del Banc Central Europeu), Brussel•les (la seu de la Comissió Europea) i/o Washington (la seu del Fons Monetari Internacional), externalització de les responsabilitats que intenta diluir la seva implicació en el desenvolupament i imposició d’aquestes polítiques. En realitat, CiU va donar suport a totes les rebaixes dels impostos de patrimoni, de societats i de les rendes superiors que han tingut lloc com a conseqüència d’intervencions legislatives aprovades per aquesta coalició, tant a les Corts Espanyoles com al Parlament. Intentar diluir aquesta responsabilitat referint-se a mandats externs és ignorar la ideologia que determina les seves polítiques públiques, que estan caracteritzades precisament per la seva reducció de la despesa pública (excepte en les ajudes i subsidis al capital financer i empresarial), amb especial èmfasi en la social, i és també ignorar el seu conegut compromís amb el sector privat i amb la reducció impositiva a les rendes superiors i a les rendes del capital. En realitat, la ideologia liberal dominant a la Troika (l’FMI, el BCE i la Comissió Europea) coincideix amb la seva, utilitzant l’argument que no hi ha alternatives, per dur a terme el que sempre han desitjat: la reducció i fins i tot el desmantellament de l’Estat del Benestar.

No cal dir que si el debat electoral a les properes eleccions del 27 de setembre es centrés en el tema social, el partit governant a Catalunya, CDC, perdria suports substancialment, i seria més que probable que no fos reelegit. Així ha estat a la majoria de països de la UE-15, a on els partits que han dut a terme aquestes polítiques han estat desallotjats del poder per la majoria de la població.

El partit governant, CDC, n’és plenament conscient, d’això. Per aquest motiu ha ocultat (i no hi ha una altra manera de definir-ho) la seva imatge pro austeritat sota el discurs independentista, presentant-se com el defensor de Catalunya enfront de l’Estat espanyol, al qual responsabilitza (erròniament i manipuladora) de l’enorme endarreriment social de Catalunya, referint-se al seu famós “espoli” per part de l’Estat espanyol, ignorant-se diversos fets. Un d’ells és el comportament legislatiu de CDC a les Corts Espanyoles, que en temes fiscals i econòmics ha estat el major aliat del PP (com bé es diu a nivell de carrer a Catalunya, “no hi ha res de més semblat a la dreta espanyola que la dreta catalana”). Un altre és que l’”espoli” (en realitat, el dèficit fiscal) de Catalunya respecte a Espanya, és a dir, la diferència entre el que Catalunya aporta a les arques de l’Estat i el que rep de l’Estat serà per a l’any 2015, segons les pròpies dades de la conselleria liderada per Mas-Colell, un 1,6% del PIB, és a dir, 3.228 milions d’euros; la despesa pública social que Catalunya hauria de gastar-se de més pel seu nivell de riquesa és 19.600 milions, gairebé set cops superior. El dèficit social a Catalunya és molt més gran que el dèficit fiscal. Dit d’una altra manera, l’”espoli” social (que té lloc dins de Catalunya) és molt més gran que el suposat “espoli” nacional. I d’això, gairebé no se’n parla a Catalunya.

El control gairebé absolut que el partit governant, en aliança amb ERC, té sobre els mitjans públics de la Generalitat (TV3 i Catalunya Ràdio) explica que, en lloc del tema social, sigui el tema nacional el que domina en el debat públic, específicament el tema independentista, presentant la independència com a solució a l’endarreriment social, ocultant el govern de CDC a la llista de Junts pel Sí, a la qual les persones clau d’aquest govern figuraran, i en lloc prominent el President Mas. Aquesta llista està liderada per dues figures que procedeixen de les esquerres, a fi de donar una imatge de pluralitat, llista que es vol centrar en el tema independència per evitar la discussió i el debat social, fent-li aquestes figures suposadament d’esquerres un gran favor als majors responsables de l’endarreriment social de Catalunya, cosa que és fruit del fet que les dretes catalanes hagin governat Catalunya durant el 80% del període democràtic.

El que venci a les eleccions serà el que pugui centrar el tema electoral. Si és el tema nacional (independència sí o no), vencerà el govern liberal, que, com la direcció de Junts pel Sí ha indicat, continuarà governant Catalunya. Si, en canvi, és el tema social, venceran les esquerres, ja que el domini conservador i liberal a la Generalitat durant tants anys és la causa de l’endarreriment social de Catalunya. No cal dir que el govern i la seva llista de Junts pel Sí controlen abusivament els mitjans públics de la Generalitat (TV3 i Catalunya Ràdio), els quals emfatitzen l’anomenat espoli nacional. El repte de les esquerres és mobilitzar la classe treballadora i altres sectors de les classes populars (que històricament s’han abstingut a les eleccions autonòmiques) mitjançant la denúncia de l’explotació social que ha estat succeint a Catalunya de la mà de la dreta catalana, ajudada per la dreta espanyola durant tants anys.

Font:  http://www.vnavarro.org/?p=12521&lang=CA


El estado de la Catalunya social ante las elecciones del 27S


Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 9 de septiembre de 2015, cuya versión original se publicó en catalán en el diario CRÍTIC, 4 de septiembre de 2015.

Este artículo analiza el subdesarrollo social de Catalunya señalando que tal subdesarrollo se debe al dominio que las fuerzas conservadoras y liberales (lo que a nivel popular se llama las derechas) han tenido en las instituciones de la Generalitat de Catalunya donde han gobernado durante la mayoría del periodo democrático.


Catalunya tiene un gran retraso social, con uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la Unión Europea de los Quince (UE-15), que es el grupo de países de la UE con un nivel de desarrollo económico pareciendo al de este país. En realidad, ya antes de la crisis el PIB per cápita (que es el indicador más utilizado para analizar el desarrollo económico de un país) en Catalunya era incluso más grande (un 110%) que el de la media de la UE-15, mientras que su gasto público social (el gasto público en sanidad, educación, servicios sociales, vivienda pública, escuelas de infancia, servicios domiciliarios y otros servicios del Estado del Bienestar) per cápita era muy menor (73%) que la media de la UE-15. Es decir, Catalunya se gastaba mucho menos que lo que tendría que gastarse por el nivel de riqueza que tiene. En realidad, Catalunya tendría que gastarse 19.600 millones de euros más de lo que se gastaba entonces en los servicios públicos del Estado del Bienestar.

Las razones para explicar este retraso son múltiples. Una de gran importancia es el subdesarrollo histórico que impuso la dictadura franquista a todos los pueblos y naciones de España. Esta dictadura lo era de una minoría frente a la gran mayoría de las clases populares. En Europa, el desarrollo del Estado de Bienestar está muy relacionado con el poder de estas clases. A mayor poder de estas últimas (cómo es el caso de los países escandinavos), mayor es el desarrollo del Estado del Bienestar. El sur de Europa se ha caracterizado históricamente por la debilidad política de tales clases. De aquí su subdesarrollo social, puesto que son estas clases las mayores usuarias del Estado del Bienestar. El gasto público social de España, incluyendo Catalunya, el año en el que el dictador murió era de solamente el 14% del PIB, mucho más bajo que la media de los países que más tarde constituyeron la UE-15 (un 22%). La democracia permitió corregir parte de este enorme déficit de gasto público, y se consiguió reducir por la mitad el déficit de gasto público social que se había heredado de la dictadura en 1978. Y esto debido, muy en particular, a las políticas llevadas a cabo por el mayor partido socialdemócrata en el país (el PSOE).

Ahora bien, esta corrección fue revertida como consecuencia de la manera como este partido, en alianza con CiU (una coalición de un partido liberal, Convergència Democràtica de Catalunya –CDC–, y otro cristianodemócrata, Unió Democràtica de Catalunya –UDC–), llevó a cabo la integración de España en la Eurozona. Todos los partidos con representación parlamentaria en las Cortes Españolas (incluyendo los catalanes), excepto el Partido Comunista, estaban a favor del establecimiento del euro en España. Y para ello se tenía que reducir, según los criterios del Tratado de Maastricht, el déficit del Estado central, bajando de un 6% del PIB a un 3%. Y esta reducción se hizo, por el gobierno del PSOE primero, y por el gobierno del PP más tarde (y siempre con el apoyo de CiU), a expensas de reducir el gasto público, y muy especialmente el gasto público social, empobreciendo el Estado de Bienestar, incluyendo el catalán. Un dato que no se ha reconocido suficientemente es que el euro se construyó a expensas del bienestar de las clases populares, las clases que utilizan mayoritariamente los servicios públicos del Estado del Bienestar.

Como resultado de estas reducciones del gasto público social, el déficit de gasto público social con la UE-15 (es decir, la diferencia de gasto público social por habitante entre la media de la UE-15 y España, incluyendo Catalunya) subió considerablemente, un descenso muy marcado tanto a lo largo del Estado español (gobernado por el partido conservador, el PP) como en Catalunya (gobernada por la coalición CiU). Por regla general, en la UE-15 las opciones conservadoras y liberales (lo que en lenguaje popular se define como las derechas) tienen menor sensibilidad social que las opciones socialdemócratas, socialistas y comunistas (definidas en el mismo lenguaje popular como las izquierdas). Y esto se vio también en el hecho de que este déficit de gasto público social de Catalunya con la UE-15 bajó durante el gobierno de la coalición de partidos de izquierdas conocida como el Tripartito. Solo entre 2003 y 2007, este déficit se redujo en 599 upc (moneda estandarizada por su nivel de compra), pasando de 2588 upc a 1989 upc, que es una reducción muy notable.

 

Los recortes en Catalunya

 Como consecuencia del gran dominio que las derechas han tenido sobre el Estado español y sobre la Generalitat de Catalunya (en Catalunya, la coalición CiU ha gobernado el 80% de todo el periodo democrático 1980-2015), todas las reducciones del déficit público del Estado se han conseguido primordialmente a base de recortes del gasto público, incluyendo el social. En Catalunya, estos recortes han sido particularmente acentuados en el periodo 2010-2015, bajo el gobierno de CiU, al cual ERC ha apoyado en su último mandato, quien ha antepuesto la estrategia de conseguir la independencia por encima de cualquier otra consideración, apoyando al giro del partido liberal CDC hacia el independentismo.

En realidad, durante este periodo (2010-2015) el gasto público en educación se ha reducido un 17%, pasando de 6.310 millones de euros a 5.234 millones. En sanidad ha habido una reducción de un 14,5%, pasándose de 9.903 millones de euros a 8.464 millones. En vivienda social, la reducción ha sido de un 60%, pasándose de 723 millones a 289 millones; en protección social un 13%, pasándose de 2.110 millones a 1.823 millones; en promoción social un 39%, pasándose de 100 millones a 61 millones; y en fomento de ocupación un 25%, pasándose de 732 millones a 551 millones. En total, el gasto público social se ha reducido un 17%, pasándose, en cifras redondas, de 19.881 millones a 16.424 millones.

Estos recortes han sido de los más acentuados en la UE-15. Ni que decir tiene que el déficit público se podría haber reducido a través de un aumento de los impuestos (y muy especialmente a las rentas superiores y a las rentas del capital) y de una corrección del fraude fiscal (particularmente acentuado entre las grandes fortunas y las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año), uno de los más elevados de la UE-15. Hay que acentuar que gran parte de las leyes tributarias de España, y que naturalmente afectan a Catalunya, han sido aprobadas por partidos catalanes, siendo la hasta hace poco coalición gobernante en Catalunya (CiU) una de las más activas en apoyar la rebaja de impuestos (que ha realizado también en Catalunya). De particular intensidad ha sido la posición legislativa en este sentido del partido CDC, coherente con su ideología liberal. Es por eso que este partido ha apoyado reformas laborales que han sido la causa de un gran aumento de la precariedad laboral y de la disminución salarial. Y también en coherencia con su ideología liberal, ha favorecido la privatización de los servicios públicos del Estado del Bienestar, y muy especialmente de la sanidad pública.

Esta privatización la ha liderado el consejero Boi Ruiz, que ya al inicio de su mandato aconsejó a la población catalana que contratara pólizas de aseguramiento sanitario privado, para cubrir los grandes déficits de gasto público sanitario que los recortes impuestos (y digo impuestos porque no estaban en su oferta electoral) por la Consejería de Salud han acentuado. Ha sido el consejero que más ha privatizado la sanidad durante la época democrática, externalizando servicios de empresas públicas a privadas, siendo el último, de otros muchos casos, la externalización de los servicios de alergología en el Hospital Universitario Dr. Josep Trueta a una empresa privada.

Se impusieron, argumentando que no había alternativas

 Estas políticas de austeridad se presentan como las únicas posibles, llevadas a cabo por mandato de Madrid (la sede del gobierno español), Frankfurt (la sede del Banco Central Europeo), Bruselas (la sede de la Comisión Europea) y/o Washington (la sede del Fondo Monetario Internacional), externalización de las responsabilidades que intenta diluir su implicación en el desarrollo e imposición de estas políticas. En realidad, CiU apoyó todas las rebajas de los impuestos de patrimonio, de sociedades y de las rentas superiores que han tenido lugar como consecuencia de intervenciones legislativas aprobadas por esta coalición, tanto en las Cortes Españolas como en el Parlament. Intentar diluir esta responsabilidad refiriéndose a mandatos externos es ignorar la ideología que determina sus políticas públicas, que están caracterizadas precisamente por su reducción del gasto público (excepto en las ayudas y subsidios al capital financiero y empresarial), con especial énfasis en el social, y es también ignorar su conocido compromiso con el sector privado y con la reducción impositiva a las rentas superiores y a las rentas del capital. En realidad, la ideología liberal dominante a la Troika (el FMI, el BCE y la Comisión Europea) coincide con la suya, utilizando el argumento de que no hay alternativas, para llevar a cabo lo que siempre han deseado: la reducción e incluso el desmantelamiento del Estado del Bienestar.

Ni que decir tiene que si el debate electoral en las próximas elecciones del 27 de septiembre se centrara en el tema social, el partido gobernante en Catalunya, CDC, perdería apoyos sustancialmente, y sería más que probable que no fuera reelegido. Así ha sido en la mayoría de países de la UE-15, donde los partidos que han llevado a cabo estas políticas han sido desalojados del poder por la mayoría de la población.

El partido gobernante, CDC, es plenamente consciente de esto. Por este motivo ha ocultado (y no hay otra manera de definirlo) su imagen pro austeridad bajo el discurso independentista, presentándose como el defensor de Catalunya frente al Estado español, al que responsabiliza (errónea y manipuladoramente) del enorme retraso social de Catalunya, refiriéndose a su famoso “expolio” por parte del Estado español, ignorándose varios hechos. Uno de ellos es el comportamiento legislativo de CDC en las Cortes Españolas, que en temas fiscales y económicos ha sido el mayor aliado del PP (como bien se dice a nivel de calle en Catalunya, “no hay nada más parecido a la derecha española que la derecha catalana”). Otro es que el “expolio” (en realidad, el déficit fiscal) de Catalunya respecto a España, es decir, la diferencia entre lo que Catalunya aporta a las arcas del Estado y lo que recibe del Estado será para el año 2015, según los propios datos de la consejería liderada por el Sr. Mas-Colell de la Generalitat de Catalunya, de un 1,6% del PIB, es decir, 3.228 millones de euros; el gasto público social que Catalunya tendría que gastarse de más por su nivel de riqueza es 19.600 millones, casi siete veces superior. El déficit social en Catalunya es mucho más grande que el déficit fiscal. Dicho de otro modo, el “expolio” social (que tiene lugar dentro de Catalunya) es mucho más grande que el supuesto “expolio” nacional. Y de esto, casi no se habla en Catalunya (ver el artículo “Expolio nacional o expolio social en Cataluña [y en España]”, Público, 04.09.15).

El control casi absoluto que el partido gobernante, en alianza con ERC, tiene sobre los medianos públicos de la Generalitat (TV3 y Catalunya Ràdio) explica que, en lugar del tema social, sea el tema nacional el que domina en el debate público, específicamente el tema independentista, presentando la independencia como solución al retraso social, ocultando el gobierno de CDC en la lista de Junts pel Sí, en la que las personas clave de este gobierno figurarán, y en lugar prominente el Presidente Mas. Esta lista está liderada por dos figuras que proceden de las izquierdas, con el fin de dar una imagen de pluralidad, lista que se quiere centrar en el tema independencia para evitar la discusión y el debate social, haciéndole estas figuras supuestamente de izquierdas un gran favor a los mayores responsables del retraso social de Catalunya, lo que es fruto del hecho que las derechas catalanas hayan gobernado Catalunya durante el 80% del periodo democrático.

El que venza en las elecciones será el que pueda centrar el tema electoral. Si es el tema nacional (independencia sí o no), vencerá el gobierno liberal, que, como la dirección de Junts pel Sí ha indicado, continuará gobernando Catalunya. Si, en cambio, es el tema social, vencerán las izquierdas, puesto que el dominio conservador y liberal a la Generalitat durante tantos años es la causa del atraso social de Catalunya. Ni que decir tiene que el gobierno y su lista de Junts pel Sí controlan abusivamente los medios públicos de la Generalitat, los cuales enfatizan el llamado expolio nacional. El reto de las izquierdas es movilizar a la clase trabajadora y otros sectores de las clases populares (que históricamente se han abstenido en las elecciones autonómicas) mediante la denuncia de la explotación social que ha estado sucediendo en Catalunya de la mano de la derecha catalana, ayudada por la derecha española durante tantos años.

El que venza en las elecciones será el que pueda centrar el tema electoral. Si es el tema nacional (independencia sí o no), vencerá el gobierno liberal, que, como la dirección de Junts pel Sí ha indicado, continuará gobernando Catalunya. Si, en cambio, es el tema social, vencerán las izquierdas, puesto que el dominio conservador y liberal a la Generalitat durante tantos años es la causa del atraso social de Catalunya. Ni que decir tiene que el gobierno y su lista de Junts pel Sí controlan abusivamente los medios públicos de la Generalitat, los cuales enfatizan el llamado expolio nacional. El reto de las izquierdas es movilizar a la clase trabajadora y otros sectores de las clases populares (que históricamente se han abstenido en las elecciones autonómicas) mediante la denuncia de la explotación social que ha estado sucediendo en Catalunya de la mano de la derecha catalana, ayudada por la derecha española durante tantos años.